Redescubriendo el cantar Mapuche ancestral: las grabaciones de Pedro Humberto Allende en 1928

En 1928, el musicólogo y compositor chileno Pedro Humberto Allende comenzó un trabajo pionero de recopilación sobre el mundo sonoro del pueblo Mapuche. Su primer acercamiento a la música mapuche fue a través del músico ciego Juan de Dios Ñancu, quien despertó su interés en las manifestaciones musicales ancestrales de dicho pueblo (RMCH 1945). A partir de aquello, Pedro Humberto Allende solicitó auspicios para poder hacer un registro documental de aquellas melodías, por medio de las nuevas tecnologías de grabación de la época.

Con el apoyo de la Presidencia de la República, del Decano de la Facultad de Bellas Artes, señor Domingo Santa Cruz y de Carlos Isamit, Director General de Educación Artística, él solicitó el auspicio del Ministerio de Educación (Astica et al. 1945), y logró como resultado la grabación de cuatro canciones ancestrales en idioma mapudungún. Las canciones fueron interpretadas por tres personas Mapuche que vivían alrededor de la zona de Boroa y Quepe en la Araucanía, cuyos nombres eran Marcelina Ñancuvilo, Martín Huentecura y Juan Huinco.
El proceso de búsqueda de intérpretes de aquellas cuatro grabaciones históricas fue intenso, y el deseo de Pedro Humberto Allende era encontrar canciones con la menor influencia foránea. Un artículo escrito por el propio autor y publicado en la revista Antártica, da cuenta de lo siguiente:
“Con el apoyo entusiasta del Departamento de Educación Artística, me dirigí en el mes de marzo de 1928 al sur en busca de los artistas araucanos que por primera vez en su historia iban a perpetuar en las matrices ortofónicas su música vocal e instrumental.
Cuando llegué a Temuco, me presentaron al mejor músico de Loncoche, un mapuche que cantaba a maravilla, acompañándose en guitarra todas las tonadillas de moda!...Salí entonces lejos de las poblaciones y así fue que en Boroa y en Quepe encontré a tres artistas, dos hombres y una mujer, que tocaban y cantaban sin la menor influencia de música europea, y tuvimos la suerte de imprimir en discos cuatro trozos importantísimos tanto por su intensa expresión como por su absoluta originalidad.
La letra de uno de estos trozos impresos se refiere a las protestas de fidelidad que le hace un servidor a su jefe guerrero. En esta canción el artista alterna parte cantada con trozos recitados. Los otros son de carácter amoroso, alternando el canto con fragmentos ejecutados en trompe, pequeño instrumento que se sujeta entre los dientes y cuya lengüeta se hace vibrar con el dedo índice, lo que a su vez provoca la vibración del aire contenido en la cavidad bucal” (Allende 1945:84-88).
En cuanto al proceso de grabación de los tres intérpretes en el conservatorio de música de Santiago, Domingo Santa Cruz relata lo siguiente:
“En el escenario de la sala del Conservatorio, en que sólo había una silla, fueron por turno sentándose y ejecutando su parte, a ratos cantada y en trechos bastante largos, en un pequeño instrumento, el Birimbao o Trompe, arco metálico provisto de una lengüeta, sujeto entre los dientes, mientras, con un dedo, se la hacía vibrar y cambia de sonido, aumenta sonoridad, según se haga mayor o menor la caja de resonancia de la boca. La mujer solamente cantó y, como sus compañeros, con la vista en el vacío, todos hieráticos, como ausentes. Creo recordar que no nos atrevimos mucho a aplaudir; era como faltar el respeto” (Santa Cruz 2008:81).
Si bien es conocida la historia de la grabación de aquellas canciones, sus ejemplares físicos se consideraron por mucho tiempo perdidos (Lee 2008). Sin embargo, existen copias en dos instituciones en el extranjero: el Museo Etnológico de Berlín y la Fonoteca Nacional de París, según lo que se puede apreciar en la información de sus catálogos. En el caso de esta última institución, sólo poseerían duplicados realizados en 1928 a partir de los discos originales (UNESCO 1952).
Existen otras grabaciones de cantos mapuches anteriores, las cuales fueron hechas por Robert Lehmann-Nitsche entre 1905 y 1907 en la provincia de Buenos Aires, Argentina (Canio y Pozo 2014). Tales grabaciones fueron realizadas en cilindros de cera y su estado de conservación no ha permitido un buen respaldo de sus registros de audio a la fecha, los cuales se conservan en el Museo Etnológico de Berlín. Por ello, los discos grabados por Allende constituyen uno de los registros más antiguos de cantos mapuches grabados en Chile, y su calidad de audio es muy buena considerando la época y su estado de conservación.
Las grabaciones
Las cuatro grabaciones fueron realizadas en los estudios de la Victor Talking Machine en Santiago (RMCH 1945), en donde se produjeron las matrices. Como en dicha época aún no se contaba con una fábrica de discos en el país, las matrices fueron enviadas a la casa matriz de la compañía en Camden, New Jersey, donde se produjo un número limitado de ejemplares no comerciales. Por ello los discos cuentan con la leyenda “For private use only” y fueron producidos en la serie “Victor Special Record” (figura 1).
Cada canción fue impresa en un disco de 78 rpm de una cara. La lista de las grabaciones es la siguiente:
1) Número de serie: BCVE-44818-2, Número de inventario MNHN: 2016.3.1955
Título: Ñuque (Mamita)
Intérprete: Martín Huentecura, canto solo y birimbao.
2) Número de serie: BCVE-44819-1, Número de inventario MNHN: 2016.3.1956
Título: Masiñancu (Diez águilas)
Intérprete: Marcelina Ñancuvilo, canto solo.
3) Número de serie: BCVE-44820-2, Número de inventario MNHN: 2016.3.1957
Título: Laumen (Hermana)
Intérprete: Juan Huinco, canto solo y birimbao.
4) Número de serie: BCVE-44821-2, Número de inventario MNHN: 2016.3.1958
Título: Caballo moro – Canto guerrero
Intérprete: Marcelina Ñancuvilo, canto solo.
Los cuatro discos pertenecieron a la colección de Renato Menare Rowe, y fueron adquiridos por el Museo Nacional de Historia Natural junto a sus digitalizaciones sonoras durante el año 2016. Desde ese entonces forman parte de la colección etnográfica de la institución, en el Área de Antropología.
Junto a otras grabaciones etnográficas como aquellas de Martín Gusinde y Wilhelm Koppers, forman parte importante del patrimonio sonoro etnográfico de nuestra institución.
Referencias
Allende, Pedro Humberto
1945 Revista Antártica XII (agosto):84-88
Astica, Juan; Carlos Martínez y Paulina Sanhueza.
1997 Los discos 78 de Música Popular Chilena, Libro editado por Fondart. Santiago.
Canio, Margarita y Gabriel Pozo
2014 Regina y Juan Salva: primeras grabaciones de cantos mapuches en soporte cilindros de fonógrafo (1905 y 1907). Revista Musical Chilena 68:70-88.
Lee, Yong Im.
2008 An Amalgam of Chilean Folk and Art Music. Tesis para optar al grado de Doctor of Musical Arts. The University of North Carolina at Greensboro.
Revista Musical Chilena (editorial)
1945 Noticia Biográfica. Revista Musical Chilena 5:5-7.
Santa Cruz, Domingo
2008 Mi vida en la música. Edición y revisión musicológica, Raquel Bustos. Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago.
UNESCO
1952 Collection Phonotheque Nationale, Paris. UNESCO.