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Bosques siempreverdes, turberas y hepáticas foliosas.

Nota Área de Botánica:

Bosques siempreverdes, turberas y hepáticas foliosas.

Publicado el 08/10/2020
Víctor Ardiles, curador del Área de Botánica, nos cuenta sobre los inigualables bosques de la Patagonia.

Luego de haber recordado la flora de los bosques pantanosos de la región de Aysén, hoy navegaremos por el canal Messier, atravesando parte del archipiélago Wellington (el más grande de la Patagonia chilena),en la región de Magallanes y Antártica Chilena, para observar los extensos bosques siempre verde de Coigüe de Magallanes y turberas, que en conjunto tapizan el paisaje modelado por los glaciares del Campo de Hielo Sur, área donde el glaciar Pio XI destaca por ser el más extenso del hemisferio sur. Aquí, la ruta marítima conecta con el singular poblado de Puerto Edén, situado en la isla Wellington, parte del archipiélago del mismo nombre y del Parque Nacional Bernardo O´Higgins (Fotografía 1A).

Estos extensos bosques siempre verdes (Fotografía 1A, 1B y 1C), de condiciones térmicas particularmente más frías y lluviosas, están dominados por el Coigüe de Magallanes o guindo (Nothofagus betuloides (Mirb.) Oerst.), árbol nativo, distribuido latitudinalmente en Chile entre la región de Los Ríos, Los Lagos, Aysén y Magallanes, y desde el nivel del mar hasta los 1500 de altitud, donde el piso del bosque está distintivamente cubierto por musgos del género Sphagnum y otras briófitas. Junto a esta matriz arbórea siempreverde, abundan las turberas costeras (Fotografía 1D), donde además pueden presentarse matorrales de Ciprés de las Guiatecas o Pilgerodendron uviferum (D. Don) Florin (Fotografía 1E), árbol también nativo y de distribución equivalente al Coigüe de Magallanes, pudiendo llegar en su distribución altitudinal al los 1300 msnm. Entre las diferentes expresiones del bosque siempre verde de esta zona es posible distinguir enormes bloques de roca que han sido arrastrados por el movimiento de los glaciares, los que están profusamente colonizados por la vegetación (Fotografía 1F).

Entre las briófitas, las hepáticas foliosas se agrupan en conspicuos céspedes o esteras, todas entrelazadas por sus gametofitos intrincadamente ramificados, tanto en el suelo del sombrío bosque, como en sus cortezas y en rocas próximas a los cursos de agua que fluyen hacia el mar. Entre ellos, el desconocido estero Reindeer, en la Península Exmouth, fluye silenciosamente hacia los canales, desembocando en el mar. Desde este sitio, distinguimos desde una muestra de 10x10 cm2 recolectada sobre una roca (Fotografía 2A), una comunidad compuesta por las hepáticas foliosas Lepidogyna menziesii (Hook.) R.M.Schust. (Familia Lepidolaenaceae Nakai.), Lepidozia chordulifera Taylor. (Familia Lepidoziaceae Limpr), Lepicolea ochroleuca (Spreng.) Spruce., (Familia Lepicoleaceae R.M.Schust.), junto a ejemplares del género Schistochila Dumort., (Familia Schistochilaceae H.Buch), y gametofitos de hepáticas talosas simples del género Riccardia Gray. (Familia Aneuraceae H.Klinggr.) (Fotografía 2B, 2C, 2D, 2E y 2F). Interesante es mencionar que tanto hepáticas y musgos exhiben uno de los máximos niveles de riqueza de especies en estas latitudes, lo que sumado a la particular situación geográfica, escasa intervención humana y proximidad a Campos de Hielo Sur, hacen interesante eventuales estudios florísticos más detallados, como también efectuar estudios ecológicos de las comunidades de briofitas asociadas a cursos de agua.

Finalmente comentar que históricamente el área de la Isla Wellington fue visitada a mediados del siglo XX por el botánico neozelandés Eric John Godley durante la expedición al sur de Chile de la Royal Society entre 1958-1959, quien recolecto musgos y hepáticas desde la cercanías de Puerto Edén y posteriormente sus ejemplares fueron determinados por el botánico finlandés Heikki Roivainen, especialista en briófitas. Algunos de estos ejemplares están depositados en el Herbario de musgos y hepáticas Chilenas del Museo Nacional de Historia Natural (SGO), por lo que visitar una vez más estos lejanos bosques siempre verdes y turberas magallánicas, nos transporta inevitablemente a la historia natural de la Patagonia Austral.

Para saber más:

VILLAGRÁN, C., HÄSSEL DE MENÉNDEZ, G., BARRERA, E. 2005. Hepáticas y Antocerotes del Archipiélago de Chiloé. Una introducción a la flora briofítica de los ecosistemas templados lluviosos del sur de Chile. Corporación de Amigos del Museo Nacional de Historia Natural, Santiago, Chile. 160 pp.

VILLAGRÁN C. 2018. Biogeografía de los Bosques Subtropical-Templados del Sur de Sudamérica. Hipótesis Históricas. MAGALLANIA (Chile) 46(1):27-48.