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El Pangolín: Un mamífero que se hace conocido por el COVID-19

Nota Área de Zoología:

El Pangolín: Un mamífero que se hace conocido por el COVID-19

Publicado el 23/06/2020
Jhoann Canto, Jefe del Área de Zoología, nos cuenta sobre el Pangolín, una criatura que ha hecho noticia ahora último, y no por tan buenos motivos.

Hoy se estima la existencia de unas 5.750 especies de mamíferos vivientes, aunque algunos investigadores señalan que podrían ser muchas más. A pesar de esta gran cantidad, el conocimiento que existe de esta diversidad de mamíferos, en general es baja. De hecho, si cada uno de nosotros intentara mencionar cuantos mamíferos conoce, es posible que no sobrepasemos el ciento de especies. Entre ese inmenso grupo de mamíferos que se desconocen y se vuelven famosos por alguna circunstancia particular figura el Pangolín, que ha hecho noticia por ser considerado una de las especies que podría ser reservorio del virus COVID19, junto con otras especies de murciélagos. ¿Pero exactamente que son los pangolines?

Primeramente, el nombre "pangolín" deriva de la palabra malaya "peng-goling" que significa "uno que rueda arriba", ya que cuando se defienden de amenazas, se acurrucan formando una bola en que solo las escamas del cuerpo quedan expuestas, proporcionándoles protección.

Los pangolines son mamíferos que pertenecen al orden Pholidata. Son un grupo que aparecen a finales del Eoceno, es decir hace unos 38 millones de años atrás. Estos animales tienen, entre sus principales características, una armadura externa de escamas dérmicas superpuestas (como los antiguos techos de tejas; vea la figura letras A y B). Estas cubren el cuerpo del animal en la zona dorsal, lateral, extremidades y la cabeza, pero en esta última solo en la frente. Las escamas están compuestas de queratina que es una proteína presente,por ejemplo, en la composición del pelo, las uñas y las pezuñas. Pero otras peculiaridades de los pangolines son la ausencia de dentadura y además poseer una lengua muy larga (hasta 60 cm de longitud total, y puede extenderse fuera de la boca a unos 40 cm), adaptada para su alimentación mirmecófaga (es decir que ingieren hormigas y termitas).

Actualmente se reconocen ocho especies de pangolines, de las cuales la colección de zoología de vertebrados del Museo Nacional de Historia Natural posee un par de ejemplares. Uno de ellos sería un espécimen llamado Pangolín de Temminck (Smutsia temminckii). Esta especie previamente estaba designada dentro del género Manis y en ocasiones en Phataginus, dependiendo de los autores. Pero estudios morfológicos y moleculares recientes permitieron su inclusión en el género Smutsia. Pueden llegar a medir unos 140 cm y pesar hasta unos 10 kilos. No existen diferencias marcadas entre machos y hembras, es decir no hay dimorfismo sexual. Su distribución es amplia en África, principalmente en el área meridional y oriental (vea el mapa de distribución en color), observándose variaciones en el tamaño de acuerdo al área de distribución que ocupan. Una característica adicional más general, es que las especies africanas presentan ausencia de pelos entre las escamas, a diferencia de las que viven en Asia y Filipinas que sí tienen pelos entre las escamas.

Smutsia temminckii es una especie predominantemente nocturna, pero también es posible observarla al crepúsculo.

Para alimentarse, esta especie olfatea el suelo con la nariz muy cerca de este hasta localizar sus presas. Una vez descubiertas, utilizan sus poderosas garras (véase en la figura letra A) para perforar los nidos de hormigas o arrancar la corteza de los arboles caídos, para luego insertar su larga lengua pegajosa. Poseen un tiempo de gestación que varia entre 105 a 140 días y sólo paren una cría por año. Hay registros que indican, en algunos casos, que la cría puede permanecer con la madre hasta un año antes de independizarse.

Además de ser una especie particularmente interesante por las peculiaridades señaladas, presentan una cualidad, más notable. Esta es su resistencia al COVID19.

En los vertebrados los mecanismos antivirales son activados por sensores de ácidos nucleicos virales. Las infecciones con virus, tales como los coronavirus, los virus de la gripe y el Ébola activan sensores de ARN específicos. En el caso de los pangolines varios sensores en su genoma se han desactivado, debido posiblemente a mutaciones que han resultado en una ventaja evolutiva para ellos, ya reduce el daño que produce la infección al individuo, contribuyendo con una marcada resistencia a este coronavirus. Por lo mismo es fundamental comprender lo importante es investigar estas especies para conocer en detalle qué mecanismos evolutivos que les han proporcionado una ventaja evolutiva.

El pangolín, no es responsable de portar este virus como cualquier otra especie. Somos nosotros los que debemos comprender que el trafico ilegal de especies silvestres, esten protegidas o no, trae como consecuencia exponer a las personas a potenciales enfermedades de origen zoonotico, es decir aquellas enfermedades infecciosas transmisibles desde animales vertebrados al ser humano bajo condiciones naturales o viceversa.

Esta especie de pangolín, Smutsia temminckii es considerada una especie Vulnerable por la UICN, que además esta seriamente afectada por la destrucción de su entorno.

Para saber más:

Challender D., H. Nash y C. Waterman. 2020. Pangolins: science, society and conservation. Academic Press Elsevier. 616 p

Feldhamer, G.A., L.C. Drickamer, S.H. Vessey, J.F. Merrit y C. Krajewski. 2015. Mammalogy. 4ta Edición Johns Hopkins University Press. 747 p.

Fisher, H., E. Tschachler y L. Eckhart. 2020. Pangolins Lack IFIH1/MDA5, a Cytoplasmic RNA Sensor That Initiates Innate Immune Defense Upon Coronavirus Infection. Frontiers in Immulogy. Vol 11 (939): 1-6.

Zhang, Z. 2011. Animal biodiversity: an outline of higther-level classification and survey of taxonomic richness. Zootaxa 3148: 1-237

Zhang, Z. 2013. An update of classification in 2013. Zootaxa 3703: 005-011.