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En busca de los elusivos opiliones del desierto
Recientemente, un equipo de las áreas de Entomología y Zoología de Invertebrados de nuestro museo realizó una expedición a la cordillera de la costa en las regiones de Coquimbo y Atacama (Figura 1). El viaje, realizado entre el 22 y el 25 de octubre de 2025, tuvo como objetivo recolectar ejemplares de invertebrados poco conocidos, para complementar algunos estudios taxonómicos que se están desarrollando actualmente. Nuestro interés se centra especialmente en microlepidópteros (pequeñas polillas nocturnas) y en Opiliones, un grupo de arácnidos, que aunque mucho más diversos en los bosques del sur de Chile, también está presente en estos ambientes desérticos.
Figura 1: Vista del campamento durante el trabajo de campo en la Quebrada Los Choros, al norte de la región de Coquimbo.

Los opiliones, han sido poco estudiados en Chile, aunque varias especies nuevas fueron descritas en los últimos años. Hasta ahora, la mayor parte de las investigaciones se habían concentrado en el centro-sur de Chile. El norte, en cambio, ha recibido mucha menos atención, pese a que su presencia ha sido demostrada varias veces en estos ambientes áridos.
Durante un proyecto realizado en 2017 (véase nota aquí: https://www.mnhn.gob.cl/noticias/los-isopodos-terrestres-del-parque-nac…), ya habíamos logrado obtener algunos ejemplares no descritos de Opiliones en el Parque Nacional Bosque de Fray Jorge. Luego, en la plataforma INaturalist se publicaron observaciones incluso más al norte, en Paposo, región de Atacama (https://inaturalist.mma.gob.cl/observations/32636344). Estos hallazgos sugerían la existencia en esta área de una fauna especial de Opiliones, propia de zonas muy específicas en estos ambientes desérticos, la que hasta ahora permanece completamente desconocida.
Con estas pistas en mente, en esta nueva expedición buscamos avanzar hacia el norte para obtener una representación más completa de los Opiliones costeros de zonas áridas, sin embargo, no fue una tarea fácil. A pesar de que se dedicaron varios días (y noches) a la búsqueda, no se lograron encontrar ejemplares adultos adecuados para estudio, ni siquiera en los ambientes costeros donde los habíamos observado antes (Figura 2). Solo en la ruta del cerro El Tofo, a unos 500 metros de altitud se hallaron unas pocas ninfas imposibles de identificar. Su presencia, sin embargo, confirmó algo importante: allí, en medio de un paisaje desértico alejado de la costa, estos pequeños arácnidos sobreviven gracias a la humedad que aportan las nieblas costeras.
Figura 2: Vista del ambiente costero en que la búsqueda de Opiliones fue infructuosa.

Siguiendo recomendaciones de colegas que habían observado Opiliones en otros puntos de la costa, la expedición continuó hacia el norte. Pero nuevamente, la búsqueda resultó infructuosa. Finalmente, al regresar al cerro El Tofo días después, no se encontraron ejemplares vivos, pero sí caparazones de machos adultos muertos, ya secos y quebradizos por el paso del tiempo. Estas estructuras, aún en ausencia del animal completo, son suficientes para reconocer que se trata de especies no descritas (diferentes de la que ilustra esta nota) y que, probablemente, no pertenecen a ninguno de los géneros registrados hasta ahora en Chile.
La evidencia apunta a que los Opiliones del desierto son extremadamente escasos, tal como cabría esperar en ambientes donde la humedad es un recurso limitado. Sin embargo, su presencia en puntos muy específicos demuestra que estos animales han desarrollado estrategias notables para persistir en estas condiciones extremas.
Para conocer y comprender realmente esta fauna, es fundamental obtener especímenes representativos que permitan estudiarlos en detalle y describir formalmente sus especies, aún desconocidas para la ciencia. Solo entonces podremos entender a los Opiliones del desierto, evaluar sus estados de conservación y determinar su vulnerabilidad frente a las actividades humanas y al cambio climático, que sin duda afectan a estos remotos rincones sostenidos únicamente por la humedad de la camanchaca (Figura 3).
Figura 3: El efecto de la humedad aportada por la camanchaca, que hace posible la sobrevivencia de opiliones aún desconocidos tierra adentro, entre los cerros, lejos de la costa.
