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¿Qué son los ciclos de vida complejos en invertebrados marinos? Aprendamos a través de los equinodermos

Nota Área de Zoología:

¿Qué son los ciclos de vida complejos en invertebrados marinos? Aprendamos a través de los equinodermos

Publicado el 01/07/2020
Larvas de erizos (© Daniel González).
Larvas de erizos (© Daniel González).
Andrea Martínez, jefa del Área de Zoología de Invertebrados, nos comparte una nota en la que nos cuenta lo sorprendente que pueden ser los equinodermos.

La mayoría de los invertebrados marinos (clasificación que agrupa alrededor de 40 grupos de animales), poseen ciclos de vida complejos caracterizados por la presencia de una fase larvaria. Esta fase determina su presencia ineludible en el plancton, independiente de los distintos modos de vida que estos presenten en etapas juveniles o de adulto (vida libre en la columna de agua o "planctónicos", o bien, asociados al fondo marino o "bentónicos"). Luego de esta etapa el animal da paso a la metamorfosis, adquiriendo las características propias de su vida adulta. Las ventajas y desventajas asociadas a la presencia de tales estadios larvarios, que podrían incidir en su evolución, mantención o eliminación del ciclo de vida, han sido estudiadas por diversos autores. Una de las principales ventajas, es que la presencia de una fase larvaria de larga duración otorgaría un alto potencial de dispersión a aquellas especies cuya distribución abarca amplios rangos de distribución, favoreciendo la persistencia a largo plazo de las especies (Foto 1).

Y en esto los Equinodermos no son la excepción. Estos animales poseen ciclos de vida complejos definidos por la presencia de una larva que además es característica dentro de cada clase y cuya duración es variable entre especies; es así, que los Echinoideos (erizos de mar) presentan una larva conocida como Echinopluteus, los Holothuroideos (pepinos de mar) la larva Auricularia, Ofiuroideos (estrellas frágiles) la larva Ophiopluteus, Asteroideos (estrellas de mar) la larva Bippinnaria, y finalmente la clase ancestral dentro de los equinodermos correspondiente a los Crinoideos (lirios y plumas de mar), presentan una larva llamada Doliolaria (Foto 2).

Si pensamos en que los Equinodermos son animales bentónicos y sésiles (viven asociados al fondo marino y en gran proporción con reducida movilidad), esta fase larvaria planctónica es la que les confiere la mayor capacidad de dispersión dentro de su ciclo de vida. Un ejemplo claro de esto es el erizo de mar Tetrapygus niger (Molina, 1782) conocido como erizo negro, especie muy abundante en el intermareal rocoso de nuestras playas, aunque no se encuentra presente solo en Chile, sino que su rango de distribución comprende el intermareal somero (poco profundo) desde el norte de Perú al Sur de Chile (Foto 3).

Hace unos años participamos de una investigación en que, a través de información genética obtenida a partir de varios invertebrados marinos recolectados en nuestras costas, entre ellos el erizo negro, cuyo objetivo era determinar la incidencia de la presencia de la fase larvaria y su respectiva duración en una posible diferenciación genética entre los ejemplares provenientes de diversos sitios de muestreo definidos a través de su amplio rango de distribución. Fue así como pudimos constatar que los ejemplares de erizo negro no presentaban diferencias significativas en términos genéticos desde el norte de Perú al sur de Chile, ¿pueden imaginar eso? Esto es posible ya que dentro de su ciclo de vida complejo poseen una larva planctónica de larga duración (vive aproximadamente 30 días), período durante el cual se deja llevar por las corrientes y recorre grandes distancias, pudiendo asentarse en sitios distantes desde donde se originaron y luego reproducirse con los habitantes locales, generando una única población genética a lo largo de ese inmenso rango geográfico…realmente increíble (Haye et al. 2014).

Los equinodermos son un grupo tremendamente interesante por lo que, dentro del Área de Zoología de Invertebrados, y a partir de la colección que conservamos, desarrollamos diversos estudios que no dejan de sorprendernos.

Referencias.

Arnone, M.I., M. Byrne & P. Martinez (2015) Echinodermata. In Evolutionary Developmental Biology of Invertebrates, 6: Deuterostomia. A. Wanninger (Ed.)

Carrier, T., Reitzel, A., & Heyland, A. (2018) Evolutionary ecology of marine invertebrate larvae. Oxford University Press

Haye, P., N. Segovia, N. Muñoz-Herrera, F. Gálvez, A. Martínez, A. Meynard, M. Pardo-Gandarillas, E. Poulin & S. Faugeron (2014) Phylogeographic Structure in Benthic Marine Invertebrates of the Southeast Pacific Coast of Chile with Differing Dispersal Potential. PLoS ONE 9(2): e88613. doi:10.1371/journal.pone.0088613.

Pechenik, J. (1999) On the advantages and disadvantages of larval stages in benthic marine invertebrate life cycles. Marine Ecology Progress Series, 177, 269-297.