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El Arte de Tejer: Tejido, Lavado y Teñido... (Parte II)

Nota Área de Antropología:

El Arte de Tejer: Tejido, Lavado y Teñido... (Parte II)

Publicado el 15/05/2014
Conjunto de madejas teñidas (Lám. Taranto y Marí)
Conjunto de madejas teñidas (Lám. Taranto y Marí)
Dejamos con ustedes la segunda parte de la serie “El arte de tejer” de la curadora del Área de Antropología, Nieves Acevedo.

El Arte de Tejer tiene varios procesos antes de llegar al producto final de un textil terminado. Desde tiempos remotos hasta nuestros días, el progreso y la tecnología han introducido variados y numerosos cambios a la hora de teñir. Sin embargo, la metodología usada sigue sustentándose en tres pasos básicos que siempre están presente que son: el lavado; el uso de mordientes y las materias tintóreas.

Si bien la grasa que contiene la lana favorece el hilado, esta debe ser eliminada si se quiere obtener una tinción pareja, por lo cual debe ser lavada para lograr un buen color. El agua debe ser lo más pura posible, ideal si es agua destilada. De hecho en la antigüedad la mayoría de las tejedoras guardaban el agua de lluvia para ejecutar esta labor. En el caso de las aguas duras deben ser hervidas por un tiempo prologado para decantar las sales y deben cambiarse los recipientes, ya que la salinidad se deposita en el fondo.

En cuanto al lavado, el uso de jabón, en particular en polvo ha sido utilizado desde la época de los kollas hasta los mapuches, pero un par de siglos atrás no era fácil su obtención por lo tanto se aprovechaban las propiedades de algunos vegetales como el quillay (Quillaja saponaria Mol.) que contiene un alto porcentaje de saponinas, sustancia que tiene un poder desengrasante y blanqueador. La obtención de este detergente natural se hace usando la corteza del quillay y aunque se puede lavar con agua fría, lo óptimo es hervir la lana con el detergente. Una vez que ésta ha perdido su grasa se enjuaga con abundante agua y se realiza el paso siguiente que es la aplicación del mordiente y la tintura.

La función del mordiente es permitir la penetración del tinte en la fibra y además es responsable de la persistencia del color o solidez (índice de resistencia a la decoloración por la acción de la luz, el agua y frote) (Taranto y Marí, 2007:23). Uno de los mordientes más usados es la orina la cual debe estar fermentada para que la urea y los demás compuestos nitrogenados que contiene cumplan con la función de fijador. Otro mordiente utilizado, pero menos confiable en la solidez y en la penetración, es la sal común o cloruro de sodio. Pero existen varios más entre ellos el alumbre (sulfato doble de aluminio y potasio); el cremor tártaro, el vinagre, el hollín, por mencionar algunos ejemplos.

Una vez preparada la solución tintórea se sumergen las madejas y se deben mojar en forma uniforme, luego el recipiente de teñido se coloca a una temperatura lo más alta posible y constante, durante un tiempo no menor a una hora y se deja enfriar sin sacar la lana del recipiente. Posteriormente se enjuaga las veces que sea necesario hasta lograr que el agua de enjuague salga limpia; después se seca y la lana está preparada para su utilización.

Para saber más....

  • Taranto, Enrique y Jorge Marí . 2007 Manual de Telar Mapuche. Ediciones Maizal, 160 p. Bueno Aires, Argentina.