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El pez perdido de Rodulfo Philippi

Nota Área de Paleontología:

El pez perdido de Rodulfo Philippi

Publicado el 02/08/2016
Restos de un pez fósil de la colección Philippi que fue mencionado, pero no ilustrado, en la obra «Los fósiles Terciarios i Cuartarios de Chile» de 1887. En la esquina inferior izquierda su etiqueta original.
Restos de un pez fósil de la colección Philippi que fue mencionado, pero no ilustrado, en la obra «Los fósiles Terciarios i Cuartarios de Chile» de 1887. En la esquina inferior izquierda su etiqueta original.
Leonardo Pérez, Curador del Área de Paleontología del MNHN, nos trae una nota que es, en realidad, el soprendente reporte de un hallazgo que nos retrotrae a los años de Rodulfo Philippi, insigne director del MNHN entre los años 1853 y 1897.

En 1887, Rodulfo Amando Philippi Krumwiede publicó una de sus más importantes obras Los Fósiles Terciarios i Cuartarios de Chile, mencionando el hallazgo de huesos fósiles de la cabeza de un pez. Sin noticias del material por casi 130 años, este ha sido finalmente encontrado y es sometido a nuevos estudios que combinan el enfoque tradicional y las técnicas modernas más avanzadas. R.A. Philippi, nació el 14 de septiembre en Berlin-Charlottenburg, Alemania. Falleció el 23 de julio en Santiago de Chile. Fue el más notable naturalista del siglo XIX en nuestro país y Director del Museo Nacional de Historia Natural.

Hace un año nos encontrábamos en Valdivia junto al Biólogo José Pérez (Universidad Austral), admirando las magníficas láminas de la obra de Philippi (1887), de un ejemplar original en muy buen estado que nos había facilitado el Dr. Sven Nielsen. Nos percatamos de que mencionaba varios fósiles de peces cartilaginosos (tiburones y quimeras). Sin embargo, nos llamó más la atención una cabeza de pez óseo que era mencionado pero que no estaba ilustrado en sus láminas, en la que decía:

"Huesos de un pez osteacanto hallados por el finado D. Jerman Volkmann cerca de Tubúl. En un pedazo de greda endurecida de 21 centím. de largo i 10 de ancho se hallan huesos de la cabeza, pero no soi bastante ictiólogo para descifrarlos. En el borde rectilíneo de un hueso mandibular distingo tres a cuatro hileras de pequeños dientecillos perpendiculares, cónicos, de apenas un milím. de altos"

Revisamos todos los antecedentes disponibles y no había ninguna señal de que ese material haya sido finalmente estudiado, así que nos pusimos en contacto con el Paleontólogo de Vertebrados Sergio Soto Acuña, que en ese momento realizaba trabajos en torno al proyecto de conservación de la colección de invertebrados fósiles del Museo Nacional de Historia Natural.

Luego de unos meses, Sergio le comunicó a José que finalmente había encontrado un material con una etiqueta antigua, que parecía concordar con lo mencionado por Philippi. El fósil había estado todos estos años en el Área de Paleontología, bien escondido en la gaveta superior de un mueble añoso junto a otros objetos y documentos. Increíblemente el material se conservó sin que lo supiéramos, y aún estaba con la etiqueta original, escrita posiblemente del puño y letra del famoso naturalista alemán. Para resguardarlo se realizaron acciones de conservación preventiva y de registro (Fig. 1).

Luego de varias visitas al MNHN, José Pérez confirmó que la descripción de Philippi (1887) coincide perfectamente con el material encontrado y su etiqueta. La opinión fue compartida por la Dra. Karen Moreno, especialista en vertebrados fósiles y biomecánica de la Universidad Austral, quien también observó el material acuciosamente, quedando sorprendida por el hallazgo.

Para José Pérez, la oportunidad de reestudiar este material es muy interesante, más aún al estar vinculado a una de las obras más importantes de Philippi, quien es una figura connotada y reconocida internacionalmente, lo que le da un valor especial y único, «Es como estar trabajando sobre una pieza histórica que estuvo en manos de Philippi, que después de 130 años oculto vuelve a cobrar interés científico. Es una enorme fortuna ser el siguiente investigador que pueda dar continuar a este trabajo». En Chile el registro de peces marinos articulados del Cenozoico es bastante escaso. Este hallazgo se sumaría a los materiales conocidos en la Formación Bahía Inglesa y Formación Navidad de la zona centro norte del país.

José Pérez adelantó que es posible identificar, a simple vista, que se trata de la mandíbula de un pez, principalmente de lo que se conoce como basicraneo, que se refiere a todas las estructuras que no están relacionadas a la protección del cerebro. La preservación del material es muy buena y se encuentra parcialmente articulado, lo cual es poco frecuente de encontrar en peces. También es posible ver varios detalles estructurales tales como: las hileras de dientes, el punto de unión entre el hueso dentario (que soporta los dientes) y el hueso articular, el cual permite conectar con otros huesos relacionados al movimiento de la boca. José Pérez notó, además, que también está presente parte del hueso metapterigoides, que correspondería a lo que conocemos típicamente como "la mejilla del pez", hueso que se ubica sobre el dentario y bajo la cavidad ocular.

Por otro lado, el material hallado no solamente contiene huesos, pues en el sedimento se pudo observar un bivalvo pequeño del Orden Protobranchia y varios foraminíferos. Estos últimos, son microorganismos marinos de esqueleto calcáreo que tienen además un interés particular, por cuanto algunas especies permiten asignar la edad de las rocas portadoras, y en consecuencia a los restos fósiles que éstas contienen. Conocer la edad de este pez, que Philippi no alcanzó a estudiar con detenimiento, sería también un enorme aporte el conocimiento de este grupo en Chile.

Este es el primer material de la colección Philippi que es escaneado utilizando un Tomografía Axial Computarizada (TAC), el mismo que se utiliza en medicina humana. La técnica permite realizar cortes muy precisos y delgados para observar estructuras internas. Los datos pueden ser modelados para realizar una reconstrucción tridimensional a través de la superposición de imágenes secuenciales de alta precisión. La sesión se realizó en una clínica de Santiago bajo la atención de varios médicos y personal técnico.

Sin la experiencia de un Paleontólogo de peces resultaría casi imposible reconocer las estructuras involucradas en este fósil. De hecho difícilmente se pueden reconocer a la vista de un neófito, las estructuras anatómicas mencionadas por José Pérez. Es por esto que es tan importante que se continúen formando nuevos especialistas en Chile, y no sólo en paleoictiología, sino que en cada una de las disciplinas de la Paleontología.

REFERENCIAS

  • Philippi, R.A. 1887. Los fósiles Terciarios i Cuartarios de Chile. Imprenta F.A Brockhaus, Liepzig, Alemania. 256 p. 58 Lam.