Cada hora desaparecen una media de tres especies de flora y fauna en el planeta y muchas dejan de existir antes incluso de ser conocidas. Esto debería servir para reflexionar sobre el estado de nuestro planeta y el proceso creciente de eliminación de biodiversidad.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha solicitado atención urgente al deterioro que sufren las zonas áridas del mundo, que son el 40% de la superficie del planeta, y que están degradándose con efectos dramáticos para la biodiversidad y para la población humana. Ocho de los 10 países menos desarrollados del mundo se encuentran en regiones áridas, en esas áreas habitan 2.000 millones de personas, casi un tercio de la población mundial.

Las selvas pierden diversidad biológica a una tasa abismante, de los bosques originarios del planeta hoy queda sólo un 22% y su ritmo de destrucción es muy superior al de recuperación. Esto esta repercutiendo en los servicios ecosistémicos y por supuesto en la población humana más desvalida.

La pérdida de especies hoy es tal, que se ha indicado que es peor que la que ocurrió a fines de Cretácico con la caída de un meteorito y que causó una extinción masiva de flora y fauna, que incluyó a los dinosaurios.

La Organización de las Naciones Unidas ha designado como Día Internacional de la Diversidad Biológica el 22 de mayo, con el objetivo de aumentar la comprensión y la conciencia sobre los temas relacionados con esta problemática. En diciembre de 2000, la Asamblea General de las Naciones Unidas instituyó la fecha para conmemorar el día de adopción del texto del Convenio sobre la Diversidad Biológica, realizado en el año 1992.

En Chile a pesar del discurso de protección ambiental esgrimido por todos los sectores, y a pesar de la globalización de las comunicaciones que nos conectan con todo el mundo al instante, la fecha pasó absolutamente desapercibida. Ninguna frase en ningún medio, ninguna alusión de ningún organismo...No quisiera dejar pasar este día aunque sea para recordar que no lo recordamos.